Afortunadamente, y
gracias al impresionante avance tecnológico en materia de comunicaciones, he
podido ver una serie de videos sobre la inteligencia animal que me han dejado grátemente sorprendido. La palabra “inteligencia” viene del latín intellegere, “saber escoger”. Su definición es entonces, la capacidad de
pensar, entender, asimilar, elaborar información y utilizarla para la
resolución de problemas.
El tema de la
inteligencia animal me fue develado por el célebre Konrad Lorenz en su afamado libro
“King´s Solomon Ring”. A él se le
atribuye la creación de la etología mas no fue el único en utilizar la
psicología comparada para entender el comportamiento animal. El estudio más famoso de Konrad Lorenz se centró
en el comportamiento de unos gansos que ayudó a nacer y adoptó
posteriormente. Este estudio buscaba
entender la impronta de los animales y Konrad se convirtió virtualmente en la “madre”
de estos gansos.
Por su parte, Karl R.
von Frisch estudió el comportamiento de las abejas descifrando la “danza de las
abejas” y descubriendo que las abejas diferencian entre varios gustos y olores
siendo su sentido del olfato similar al de los humanos.
Nicolás Tinbergen, a
la sazón discípulo de Konrad Lorenz, tuvo también una gran contribución a esta
ciencia, su obra más influyente “The study of instinct” analiza el
comportamiento de los animales como respuesta a los estímulos externos y su
adaptación.
Estos tres
personajes, todos premios Nobel, cimentaron la ciencia de la etología como una
ciencia por derecho propio. El estudio
de la cognición animal entonces, se fundamenta en la psicología comparada, la
etología, la ecología del comportamiento y la psicología evolucionista.
Muchos trabajos se
han hecho desde entonces para poder dilucidar
y medir la inteligencia animal y afortunadamente muchos han sido
captados en imágenes y mostrados al público.
Los estudios de laboratorio sobre la inteligencia de las ratas y su
aprendizaje en la forma de encontrar la ruta más cercana al estímulo del
alimento, los impresionantes estudios sobre el aprendizaje a través de
imitación de los pulpos, los hermosos comportamientos de solidaridad al
compartir alimento de los bonobos, los estudios sobre la resolución de
problemas para aves como cuervos y cotorros.
También podemos
observar imágenes que han sido filmadas por diferentes personas sobre la
capacidad de aprendizaje de los perros y su habilidad para seguir
instrucciones.
Aunque todos y cada
uno de estos experimentos tienen un sesgo antropomórfico, es indiscutible que
la inteligencia permea en la gran mayoría de los seres que habitan el planeta;
si, tal vez al comparar su inteligencia con la humana nos vuelva a indicar que
algunas especies tienen una inteligencia semejante a alguna etapa del
crecimiento de un individuo humano, pero no hay que negar que tal capacidad de
adaptación les ha ayudado tanto como a nosotros a sobrevivir y poblar la
Tierra. Por mi parte, el saber que los
diferentes seres que pueblan este planeta demuestran inteligencia me permite
verlos en otro contexto, me ayuda a tratar de entenderlos más y lo que
parecería increíble de hacer; tal como el mito del anillo del rey Salomón, me
permitiría comunicarme y establecer un diálogo de hermandad con
ellos.