El metano -CH4- es el principal componente del gas natural y ocurre en la naturaleza a través
de varias vías; por los procesos de fermentación de los rumiantes y por la
putrefacción anaeróbica de las plantas.
El metano fue formándose a partir de los grandes bosques que poblaron la
tierra en el periodo Carbonífero (comienzo hace 360 millones de años, fin hace 298
millones de años), de la era Paleozoica.
Estos grandes bosques poblaron de tal forma la Tierra que el Oxígeno
creado por su metabolismo ha tenido los niveles más altos en la Tierra (35%),
ninguna concentración de Oxígeno ha sido mayor antes o después de este periodo.
La extinción masiva
del periodo Carbonífero se debió probablemente al cambio climático que ocurrió en
el Carbonífero Superior, después de haber gozado de un clima cálido y húmedo en
el Carbonífero Inferior y Medio. Los
grandes árboles que habían desarrollado la lignina; polímero creado para dar
rigidez a las grandes plantas, mueren y son enterrados gradualmente. Parece ser que las bacterias y hongos que
descomponen estas grandes plantas, no tenían en ese entonces la forma de digerir
la lignina y la celulosa. Como
resultado, se acumulan grandes depósitos de carbón y de gas metano por la putrefacción de las plantas en lo que
fueran grandes extensiones de pantanos; el metano es atrapado en los polos, por la
acumulación de las capas de nieve y hielo sobre estos pantanos a lo largo de millones
de años.
El metano es un gas
inodoro, incoloro, insoluble en agua y altamente explosivo. Es un gas de efecto invernadero muy potente
con un potencial de calentamiento global de 23.
Esto significa que en un periodo de 100 años, cada kilogramo de metano calienta la Tierra
23 veces más que el Bióxido de Carbono.
Actualmente, la concentración de Bióxido de Carbono a Metano es de 200:1
mas esto puede cambiar en muy poco tiempo.
Con el calentamiento
global, se reporta en los últimos años que las capas de hielo de ambos polos se
encuentran derritiéndose, el “permafrost”; la capa de tierra que ha sido
endurecida por las bajas temperaturas en las tundras y los polos, ha comenzado
también a derretirse.
Como resultado, se
han dejado expuestas grandes extensiones de humedales llamadas “marismas” que
tenían atrapado el metano. La cantidad
de metano que estas marismas han liberado a la atmósfera es enorme y apenas han comenzado a
cuantificarla. Esto ha sido motivo de alarma en la comunidad científica. Una vez comenzado el proceso de deshielo, la
liberación de metano no se puede parar.
Aún cuando dejemos de emitir gases de invernadero, el metano seguirá
liberándose a la atmósfera con consecuencias devastadoras para el clima.
En la quinta
valoración del cambio climático dentro
del reporte del Grupo Intergubernamental
para el Cambio Climático, se estima que el clima terrestre puede incrementarse
en 8.6 grados Fahrenheit sobre las temperaturas registradas de 1986 hasta el
2005 debido a la liberación del metano. Una vez que la temperatura
terrestre se incremente y no haya forma de parar el proceso, este entrará en un
ciclo continuo de: liberación constante de metano, incremento de gases
invernadero, incremento de temperatura, deshielo del permafrost.
Parece que estamos frente a una novela
cataclísmica de terror, donde la vida como la conocemos estará a punto de cambiar
a través de una nueva extinción masiva.
¿Qué hacer? Se me antoja que por lo pronto tú y yo sembremos árboles, adoptemos prácticas de reciclo, de transporte en bicicleta, disminuir prácticas consumistas, ahorrar agua. Convertir esto en una forma de vida.
¿Qué hacer? Se me antoja que por lo pronto tú y yo sembremos árboles, adoptemos prácticas de reciclo, de transporte en bicicleta, disminuir prácticas consumistas, ahorrar agua. Convertir esto en una forma de vida.
Que a nivel gubernamental se instituyan leyes
y reglamentos para pasar de una generación de energía a través de la combustión
de petróleo y carbón a la utilización de energía renovable. Que se instituyan santuarios
marinos, y disminuir los contaminantes arrojados al mar que impiden crecer al
fitoplancton.