sábado, 10 de diciembre de 2011

La tragedia del rinoceronte negro occidental (Diceros bicornis longipes)

Según Wikipedia, este rinoceronte fue la subespecie más rara del rinoceronte negro.  En tiempos pasados este hermoso animal habitaba las sabanas en el centro del continente Africano.
Medía 3-3.8 metros de largo y alcanzaba una altura entre 1.4 y 1.7 metros, pesando de 800 a 1,300 kg. Tenía dos cuernos, el primero podía llegar a medir hasta 1.3 metros y el segundo hasta 55 cms.
Para 1930, la población de este rinoceronte se encontraba diezmada y se tomaron medidas para su protección; para 1980, la población se incrementó a varios centenares.  Este era un éxito relativo sobre los logros humanos para recuperar una especie.  Desafortunadamente, el mismo artículo indica que para el año 2000 la temible caza furtiva diezmó nuevamente la población hasta contar sólo con 10 ejemplares. 
Para el 2006 no había ya ningún avistamiento de este hermoso animal.  Los esfuerzos para localizar algún individuo continuaron por espacio de 4 años.  No se logró tener éxito.
Una de las características más terriblemente abrumadoras de la especie humana es perseguir a otros individuos hasta su total aniquilamiento.  Esta característica ha sido registrada desde los inicios de la civilización.  En los registros históricos se contiene en diferentes eras la total extinción de poblaciones tanto de humanos como de animales y vegetales a manos de otros seres humanos. 
El hecho que los demás seres no se puedan defender no quiere decir que NO tengan derecho a vivir en este hermoso planeta.
Como lo refiere el Dr. David Suzuky, ahora somos una fuerza de la naturaleza capaz de cambiar la faz de la Tierra.  Con 7,000, 000, 000 de habitantes, es imposible para cualquier especie enfrentar a los humanos de manera exitosa. En cambio, los seres que cohabitan este planeta con nosotros necesitan desesperadamente nuestra característica más loable (Así se registra también en todo dato histórico). La misericordia.

Todos ellos necesitan de la misericordia de las supra-organizaciones humanas, es solamente un paso para ayudar.  Este paso es la decisión de todos de querer hacerlo. 

A los cazadores que no pueden vivir sin la adrenalina del acecho, les pregunto ¿Que tal acechar nuestros hábitos más negativos?  ¿Qué tal ver cómo mueren en nosotros mismos la codicia y la estulticia? ¿Qué tal ver como se aniquila para siempre el egoísmo?

Quiza todavía estemos a tiempo.

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